Los espejos fueron usados desde la antigüedad como objetos de tocador. Al principio, se utilizaban de forma manual, elaborados con metal bruñido (plateo), y con forma redonda u oval. Generalmente decorados con grabados o relieves mitológicos en el reverso.
En la Edad Media, apenas se hizo uso del espejo hasta la fabricación del vidrio y del cristal de roca sobre lámina metálica, en el siglo XIII.
El espejo comienza verdaderamente a formar parte del mobiliario de habitación, en el siglo XVI. Al principio, era movible y de dimensiones reducidas. Pero, al final del s. XVII, en Venecia, empezaron a construirse espejos de gran tamaño como piezas decorativas, ocupando un lugar destacado en los salones.
En la actualidad los espejos están construidos por una capa de plata o aluminio sobre una plancha de vidrio (plateado). Tienen multitud de usos y aplicaciones, nos centraremos en el recinto doméstico, donde forman parte del mobiliario. Aquí, se utilizan los espejos planos en sus distintas tipologías: de pie, colgar, revistiendo las puertas de un armario…
En la Alpatana les ofrecemos variedad de formas, tamaños y materiales: espejos en madera tallada, policromados, antiguos… Una extensa colección que esperemos sea de su agrado.